Somos las historias que contamos, esas historias dan sentido y significado a nuestra existencia en forma de relatos de vida.
Y finalmente están aquellas historias incompletas que no nos contamos ni siquiera a nosotros, que requieren de valentía para introducirlas en el índice de nuestros relatos y que cuando queremos contarlas siempre buscamos un pretexto y las colocamos en un compas de espera.
Cada día, cada logro, cada experiencia buena o mala agrega una historia que contar, somos esa arcilla que un artesano maravilloso llamado vida va formando con cada experiencia y que va definiendo quienes somos y cual será nuestro legado.
Somos seres maravillosos en continua construcción y crecimiento, que en ocasiones estamos cerrados por derribo, para volver a reconstruirnos cual Ave Fénix, en esas ocasiones, en esos paréntesis se nos queda en el tintero mucho que decir.
Veo este blog como una larga correspondencia entre amigos imaginarios, a los cuales siempre se me escapa algo que no dije y que quería contar y que para no perder la idea uso el maravilloso recurso de una Posdata.
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